En medio de la pandemia inició con el Miércoles de Ceniza la Cuaresma
La Paz, BCS.-Con el Miércoles de Ceniza dio inicio a la temporada de Cuaresma, que en este año se vivirá en su totalidad bajo resguardo domiciliario y otras medidas de protección, debido a la pandemia del Covid-19.
“Que esta Cuaresma sea exitosa, que de verdad nos ayude a dejar atrás nuestros vicios, nuestros apegos innecesarios, nuestros afectos ilícitos y a poner nuestro corazón en Dios, porque cuando tenemos a Dios no nos falta nada”, dijo el obispo de la Diócesis de La Paz, Miguel Ángel Alba Díaz.
La Cuaresma representa el período de 40 días en que Jesucristo permaneció en aislamiento, antes de comenzar su vida pública, y que es considerada la preparación para los tiempos de Pascua, simbolizando un lapso de reflexión, penitencia y conversión espiritual.
Tradicionalmente los cristianos acuden a los templos a recibir la imposición de ceniza, constituyéndose este hecho en toda una festividad, sin embargo, a diferencia de otros años, en esta ocasión no será posible debido al distanciamiento social obligado por el Covid-19.
El año pasado la Cuaresma se vivió casi la mitad en la pandemia, pero en esta ocasión será total, debido a que aún no existe una cura a la enfermedad, aunque ya se aplican las primeras vacunas.
Para ello, con anticipación las autoridades eclesiásticas orientaron a los fieles sobre la manera en que podrían recibir la ceniza en sus casas, e incluso cómo prepararla, así como también, algunas parroquias la regalaron en sobrecitos y botecitos.
El Miércoles de Ceniza es una invitación a la reflexión sobre el deber de la conversión, recordando la inevitable caducidad y efímera fragilidad de la vida humana, por lo cual durante la imposición con una marca en forma de cruz en la frente, se pronuncian las frases “conviértete y cree en el Evangelio” y “acuérdate que eres polvo, y al polvo volverás”.
El obispo Miguel Ángel Alba pidió en su homilía de este miércoles, transmitida por Facebook desde la Catedral de Nuestra Señora de La Paz, que esta Cuaresma sea como la de Jesús, un tiempo de entrenamiento, como un corredor que se prepara para el triunfo.
“Que sea un tiempo de entrenamiento en la esperanza; con la ayuda de Dios seremos mejores”, concluyó. (Por: Arturo Nieves).