Urgen políticas públicas en BCS para combatir la indigencia

Urgen políticas públicas en BCS para combatir la indigencia

La Paz.-Una celda de la Cárcel Pública Municipal se convierte de pronto, en el refugio de los indigentes que por situaciones diversas deambulan por la ciudad en busca de alimento y al caer la noche y quedar a la deriva social, no cuentan con un techo que les cobije el sueño.

Deambulan por cualquier rumbo, en las inmediaciones de tiendas departamentales o almacenes comerciales, buscando los espacios donde se acumulan los desperdicios que para ellos, se convierten en una oportunidad para extraer de sus entrañas una fruta en mal estado, un pan en descomposición o cualquier otra mercancía que les pueda servir de alimento.

Al caer la noche, algunos se guarecen bajo las ramas de la escasa vegetación de los arroyos; las estructuras de los puentes también se convierten en sus refugios; a veces aprovechan la permanencia de tráileres para pernoctar bajo su caja o bien, demabulan por las calles esperando les venza el sueño y al cuerpo vencido por el cansancio, le gane el sueño en lo que los rayos del sol les despiertan.

Pero hay ocasiones en que las celdas de la Cárcel Pública Municipal se convierte en su suite, que dotadas de una loza de cemento como cama, les permite por lo menos con más seguridad que en la calle, pasar la noche y esperar un nuevo día, otro día sin saber dónde les hallará la tarde.

Así ocurrió con una mujer de 35 años de edad de nombre Ana Cristina, quien sin más, solicitó a policías municipales que la llevaran a al cárcel porque quería descansar.

La tarde del lunes 27 de julio, una llamada al Centro de Control, Cómputo, Comunicación y Comando (C-4), alertó alos agentes de la patrulla SPM-144, que en las calles Rangel y Nayarit, de la colonia Esterito, se encontraba una mujer al parecer desorientada, atravesando las calles ante el riesgo de ser impactada por algún vehículo.

Al acudir al punto, los oficiales detectaron la presencia de la femenina de falda y blusa negras con florecitas, descalza, quien con frases entre cortadas y sin ideas respondía al interrogatorio, identificándose cono Ana Cristina, de 35 años de edad.

Manifestó que necesitaba descansar aunque fuera en una celda de la prisión preventiva, pues de acuerdo con testigos, tenía todo el día deambulando descalza y sin calzado, atravesando de ida y vuelta el asfalto caliente por los rayos del sol, por lo que algunos vecinos le obsequiaron unas sandalias.

Sin otra opción, los oficiales la abordaron a la patrulla y condujeron a la Comandandacia 20 de Noviembre donde tras ser evaluada por el médico legista en turno, fue ingresada a una celda de la Cárcel Pública Municipal, siendo su falta, la indigencia y no tener un lugar donde vivir y tal vez, familia que se preocupara por ella. (Por: Manuel Espinoza).